Feijoa sellowiana, le encanta el Mediterráneo
Feijoa sellowiana, Acca sellowiana,
Orthostemon sellowianus, éstos son algunos de los nombres científicos de
esta planta sudamericana cuya adaptabilidad, rusticidad, belleza y deliciosos
frutos la han llevado a conquistar el Mediterráneo de la mano del hombre. Se
cultiva principalmente como planta ornamental por su floración espectacular y
también por sus frutos verdes del tamaño de un huevo de gallina cuyo exótico
sabor recuerda a la piña tropical. Su nombre popular más extendido es guayabo
del Brasil.
Feijoa sellowiana cubierta de flores a finales de mayo. Cuando sale el sol estas llamativas flores son un reclamo irresistible para las abejas que son sus principales polinizadoras en el Mediterráneo, aunque en su Sudamérica natal también son visitadas y polinizadas por los colibríes, atraídos por las gotitas del dulce néctar situado en la base de los estambres.
Las flores son espectaculares con sus numerosos
estambres dispuestos en forma de brocha típicos de todas las Myrtaceae.
Los filamentos de los estambres tienen un vivo
color rojo sangre y las anteras cargadas de polen de sus extremos un suave color
blanco amarillento. El pistilo femenino es ligeramente más largo y más oscuro
que los estambres y acaba en un estigma puntiagudo. Los pétalos en número de
cuatro son rosados por el haz y de un luminoso blanco inmaculado por el envés.
Su borde revoluto hacia arriba hace más visible el envés blanco que el haz
rosado. Por debajo de los pétalos se encuentran cuatro sépalos mucho más
pequeños de color marrón-rojizo por el haz y verdes por el envés.
Las flores son espectaculares con sus numerosos
estambres dispuestos en forma de brocha típicos de todas las Myrtaceae.
Los filamentos de los estambres tienen un vivo
color rojo sangre y las anteras cargadas de polen de sus extremos un suave color
blanco amarillento. El pistilo femenino es ligeramente más largo y más oscuro
que los estambres y acaba en un estigma puntiagudo. Los pétalos en número de
cuatro son rosados por el haz y de un luminoso blanco inmaculado por el envés.
Su borde revoluto hacia arriba hace más visible el envés blanco que el haz
rosado. Por debajo de los pétalos se encuentran cuatro sépalos mucho más
pequeños de color marrón-rojizo por el haz y verdes por el envés.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada